Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y les advirtió del falso Papa, al que llamó el “Exterminador”.
En esta obra, publicada en 1880 con permiso del obispo de Florencia, el saráfico San Francisco de Asís advierte a sus monjes para que prevengan a los futuros seguidores de la Regla que serán víctimas de la persecusión y que un falso papa los desafiará para que apostaten.
En la profecía número 14, denuncia a un falso pastor que servirá como castigo a los impíos, un falso pontífice a quien el santo llama el Exterminador.
Profecía XIV. Que habría un grande cisma y una gran tribulación en la Iglesia
Poco antes de su muerte y convocados los Frailes, les amonestó sobre las tribulaciones futuras, diciendo:
Comportaos virilmente oh hermanos, daos ánimos y esperad pacientemente al Señor. Se acercan apresurados tiempos de una grande tribulación y aflicción, en los cuales perplejidades y peligros inundarán temporal y espiritualmente, se enfriará la caridad de muchos y sobreabundará la iniquidad de los malvados. El poder de los demonios será liberado más de lo usual y la pureza inmaculada de nuestra Religión y de las otras será deformada de tal manera, que poquísimos cristianos con corazón sincero y caridad perfecta obedecerán al verdadero Sumo Pontífice de la Iglesia Romana. Alguien elegido no canónicamente, en los momentos de aquella tribulación, con la astucia de su error tramará dar la muerte a muchos. Entonces se multiplicarán los escándalos, nuestra Religión será dividida y varias de las otras no serán en absoluto derribadas, puesto que no se opondrán al error, sino que le darán su asentimiento. Habrá tantas y muy graves opiniones y cismas en el pueblo, entre los Religiosos y el Clero, que si no fuesen acortados esos días, según la palabra evangélica (de ser posible), serían engañados aún los mismos elegidos, si en medio de tan gran tempestad no fuesen sostenidos por la inmensa misericordia de Dios. Entonces nuestra Regla y vida serán por algunos ferozmente combatidas. Sobrevendrán tentaciones inmensas: aquellos que sean entonces probados, recibirán la corona de vida: pero ay de aquellos, quienes confiados en la sola esperanza de la Religión se entibien, y no resistan constantemente a las tentaciones permitidas para probar a los elegidos. Aquellos que fervorosos de espíritu por la caridad y el celo de verdad cultiven la piedad, considerados desobedientes y cismáticos sufrirán persecuciones e injurias. Debido a que sus perseguidores, agitados por los espíritus malignos dirán que se rinde honores a Dios matando y cancelando de la faz de la tierra a hombres tan pestilentes.
El Señor, no obstante, será el refugio de los afligidos, y los salvará, por haber puesto la esperanza en Él. Y para hacerse conformes a su amo burlarán con confianza, y con la muerte se comprarán la vida eterna, escogiendo obedecer a Dios en vez de a los hombres; y rechazando consentir la falsedad y la perfidia, no temerán en lo absoluto morir. Entonces la verdad por algunos predicadores será callada, otros la conculcarán y la negarán. La santidad de vida de aquellos quienes la profesen, será motivo de mofa: por lo que el Señor Jesucristo les mandará a un digno, no un pastor, sino un exterminador.
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